El TPMS es un sistema de supervisión de la presión de los neumáticos. Este dispositivo es obligatorio para todos los vehículos de motor matriculados en Europa después del 1 de noviembre de 2014.
Hay dos sistemas TPMS: indirecto e directo.
- Indirecto: este sistema utiliza los sensores ABS de tu automóvil para determinar la presión de los neumáticos de forma aproximada.
- Directo: este sistema comprueba la presión directamente en los neumáticos y la transmite a la ECU de tu vehículo.
En ambos casos, el objetivo del TPMS es advertirte en caso de una pérdida de presión del 25% o más. De ese modo puedes recibir alertas en caso de una pérdida de aire lenta o un bajo nivel de inflado. Ten en cuenta que un neumático pierde una media de 0,1 bares de presión al mes. Debes comprobar la presión de forma regular para mayor seguridad, rendimiento y economía de combustible.